¿Quién no se ha topado alguna vez con la típica vitrina repleta de “recuerditos” que suele tener un lugar preferencial en nuestras casas quiteñas?
Con el paso del tiempo, estas pequeñas figuritas que invaden nuestros hogares por doquier cuando asistimos a un compromiso, se han convertido casi en una tradición, pero por lo mismo, han perdido su carácter de exclusividad y originalidad, pues después de unos meses, nadie sabe a quién le pertenecieron. Es por esto que nuestra propuesta es lograr que los invitados “disfruten” el recuerdo más allá de mirarlo.
Imagina recibir esta preciosa cajita llena de nueces de macadamia cubiertas con chocolate o de un buen puñado de almendras achocolatadas!… El baño de chocolate puede ser negro, blanco o mixto, solo es cuestión de elección, pues el chocolate tiene la curiosa propiedad de despertar los sentidos de quien lo observa, y mucho más de quien lo saborea.
¿Tienes otra idea de relleno? Claro que sí!, juega con tu imaginación y encontrarás muchas opciones para rellenar esta versátil y práctica cajita.
Finalmente, colócale una tarjeta y se volverá
